domingo, 12 de abril de 1998
Soledad nocturna
No fue esta una espantosa y a la vez hermosa noche, silenciosa y sin luna, con un cielo cubierto de nubes como un domo impenetrable. Pero solo estoy, escuchando los murmullos del tejado y el penetrante tic-tac de ese barato reloj de pared; sí solo, sin con quien compartir este ensordecedor silencio que penetra en mis oidos como un aullido o acaso un grito desesperado.... Deseo tanto que lloviera y así poder recordarte con nostalgia como aquellas noches que temprano trataba de dormir bajo la lluvia, sin conseguirlo y solo con tu único pensamiento en mi mente. Si no fuera por ese reloj que me dice que el tiempo aún corre y los aislados y titubeantes sonidos de la ciudad creería que todo se han detenido para dejarme pensar, recordar y añorarte.
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