viernes, 5 de junio de 2009

La semana lenta


Llovía lenta y constantemente, el silencio insoportable y la tensión del aire enervaba los sentidos.
Allí en el balcón observando la ciudad la ansiedad llenaba los sentidos y perturbaba las percepciones.

Esta fue una de esas semanas, en las que el tiempo fuera de nosotros se detiene, mientras adentro se hace eterno. Una semana sin mayores éxitos, excepto la introspección calmada. El planeta no nos colaboró, empezando con calores abrumantes que ponen nuestro cerebro en "slow motion" y terminó hoy con una lluvia constante y su frío acorde.

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